Una alergia es una reacción de su sistema inmunológico hacia algo que
no molesta a la mayoría de las otras personas. Las personas que tienen
alergias suelen ser sensibles a más de una cosa. Las sustancias que
suelen causar reacciones son:
¿Cómo se adquieren las alergias? Los científicos creen que tanto los
genes como el ambiente tienen algo que ver con eso. Normalmente, el
sistema inmunológico combate los gérmenes. Es el sistema de defensa del
cuerpo. Sin embargo, en la mayoría de las reacciones alérgicas responde a
una falsa alarma.
Las alergias pueden provocar goteos nasales, estornudos, picazón, sarpullidos, edema (hinchazón) o asma.
Los síntomas varían. Aunque las alergias pueden hacer que se sienta
mal, por lo general no son letales. No obstante, una reacción severa
llamada anafilaxia sí puede serlo.
El asma
es una enfermedad crónica que hace que las vías respiratorias - los
tubos que trasladan el aire hacia dentro y fuera de los pulmones - se
sensibilicen y se hinchen. En los Estados Unidos, aproximadamente 20
millones de personas padecen asma. Casi 9 millones de ellos son niños.
Los niños tienen vías respiratorias más pequeñas que los adultos, lo que
hace que el asma sea especialmente seria en ellos. Los niños con asma
pueden respirar con un silbido, tos, rigidez torácica y dificultad,
especialmente temprano en la mañana o en la noche.
Muchas cosas pueden desencadenar el asma, entre ellas:
- Alergenos: moho, polen, animales
- Irritantes: humo del cigarrillo, contaminación del aire
- Clima: aire frío, cambios climáticos
- Ejercicio
- Infecciones: gripe, resfrío común
Cuando los síntomas de asma empeoran, se produce una crisis de asma.
El asma se trata con dos tipos de medicinas: Medicinas para el alivio
rápido y detener los síntomas del asma y medicinas para controlarla a
largo plazo, que previenen la aparición de los síntomas.
Irse a casa con un nuevo bebé es
emocionante, pero también puede causarle ciertos temores. Los recién
nacidos tienen muchas necesidades, como alimentarlos y cambiarles
frecuentemente el pañal. Los bebés pueden tener problemas de salud distintos a los de los niños de más edad o los adultos, como irritación por los pañales sucios y la costra láctea.
El bebé pasará por muchos cambios durante el primer año de vida. Es posible que al principio se sienta incómoda. Si la necesita, pídale ayuda a un profesional de la salud.
La intimidación es cuando una persona o grupo intenta repetidamente
lastimar a alguien que es más débil o que cree que es más débil. Algunas
veces implica ataques directos, como golpes, insultos, provocaciones o
burlas. Otras veces es indirecta, como difundir rumores o intentar que
otros rechacen a alguien.
Con frecuencia las personas restan importancia a la intimidación entre los niños y la consideran como una parte normal del crecimiento. Pero la intimidación es dañina. Puede conducir a que los niños y los adolescentes se sientan tensos y asustados. Puede llevarlos a evitar ir a la escuela. En los casos más severos, los adolescentes intimidados pueden sentir la necesidad de tomar medidas drásticas o reaccionar con violencia. Otros llegan hasta pensar en el suicidio. Para algunos, los efectos de la intimidación duran toda la vida.
Los piojos son insectos parasitarios sin alas. Viven en las cabezas
de las personas y se alimentan de su sangre. El adulto tiene el tamaño
aproximado de una semilla de sésamo. Los huevos, llamados liendres, son
aún más pequeños - casi como una escama de caspa. Los piojos y las
liendres son más fáciles de detectar en la línea del cuello y detrás de
las orejas.
Los piojos son sumamente contagiosos. El contacto cercano o el uso compartido de efectos personales, tales como sombreros o cepillos para el cabello, implica un riesgo. Los niños de 3 a 11 años y sus familias adquieren piojos con mayor frecuencia. La higiene personal no se relaciona con los piojos.
Los síntomas son:
El bebé pasará por muchos cambios durante el primer año de vida. Es posible que al principio se sienta incómoda. Si la necesita, pídale ayuda a un profesional de la salud.
Al igual que los adultos, los
niños necesitan hacer ejercicio. La mayoría de los niños necesita por lo
menos una hora de actividad física todos los días. El ejercicio
habitual ayuda a los niños a:
Actualmente, los niños en los Estados Unidos reciben vacunas rutinariamente que los protegen de más de una docena de enfermedades como sarampión, polio y tétano. La mayoría de estas enfermedades se encuentra en sus niveles más bajos de la historia, gracias a años de inmunizaciones. Los niños deben recibir al menos algunas vacunas antes de comenzar a asistir a la escuela.
Las vacunas pueden hacerlo inmune a enfermedades graves sin tener que enfermarse primero. Sin la vacuna, es necesario que contraiga verdaderamente la enfermedad para poder hacerse inmune al germen que la produce. Las vacunas funcionan mejor cuando se administran a ciertas edades. Por ejemplo, los niños no reciben la vacuna contra el sarampión hasta que tienen al menos un año de edad. Si se administra antes puede no funcionar adecuadamente. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades publican un calendario de vacunación infantil.
Aunque algunas de las vacunas que recibe en la infancia le brindan protección por muchos años, los adultos también necesitan inmunizaciones.
- Sentirse menos estresados
- Sentirse mejor con ellos mismos
- Estar más preparados para aprender en la escuela
- Mantener un peso saludable
- Desarrollar y mantener huesos, músculos y articulaciones sanos
- Dormir mejor por las noches
Actualmente, los niños en los Estados Unidos reciben vacunas rutinariamente que los protegen de más de una docena de enfermedades como sarampión, polio y tétano. La mayoría de estas enfermedades se encuentra en sus niveles más bajos de la historia, gracias a años de inmunizaciones. Los niños deben recibir al menos algunas vacunas antes de comenzar a asistir a la escuela.
Las vacunas pueden hacerlo inmune a enfermedades graves sin tener que enfermarse primero. Sin la vacuna, es necesario que contraiga verdaderamente la enfermedad para poder hacerse inmune al germen que la produce. Las vacunas funcionan mejor cuando se administran a ciertas edades. Por ejemplo, los niños no reciben la vacuna contra el sarampión hasta que tienen al menos un año de edad. Si se administra antes puede no funcionar adecuadamente. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades publican un calendario de vacunación infantil.
Aunque algunas de las vacunas que recibe en la infancia le brindan protección por muchos años, los adultos también necesitan inmunizaciones.
Con frecuencia las personas restan importancia a la intimidación entre los niños y la consideran como una parte normal del crecimiento. Pero la intimidación es dañina. Puede conducir a que los niños y los adolescentes se sientan tensos y asustados. Puede llevarlos a evitar ir a la escuela. En los casos más severos, los adolescentes intimidados pueden sentir la necesidad de tomar medidas drásticas o reaccionar con violencia. Otros llegan hasta pensar en el suicidio. Para algunos, los efectos de la intimidación duran toda la vida.
Los piojos son sumamente contagiosos. El contacto cercano o el uso compartido de efectos personales, tales como sombreros o cepillos para el cabello, implica un riesgo. Los niños de 3 a 11 años y sus familias adquieren piojos con mayor frecuencia. La higiene personal no se relaciona con los piojos.
Los síntomas son:
- Sensación de cosquilleo en el cabello
- Picazón frecuente
- Irritación causada al rascarse
La salud de su hijo incluye el
bienestar físico, mental y social. La mayoría de los padres conoce los
aspectos básicos para mantener a los niños sanos tales como darles
alimentos saludables, asegurarse de que duerman y se ejerciten lo
suficiente y garantizar su seguridad.
También es importante que los niños tengan chequeos médicos regulares. Estas visitas son una oportunidad para revisar el desarrollo de su hijo. También es un buen momento para detectar o prevenir problemas.
Además de los chequeos, los niños en edad escolar deben ir al médico por:
También es importante que los niños tengan chequeos médicos regulares. Estas visitas son una oportunidad para revisar el desarrollo de su hijo. También es un buen momento para detectar o prevenir problemas.
Además de los chequeos, los niños en edad escolar deben ir al médico por:
- Pérdida o aumento importante de peso
- Problemas para dormir o cambios de conducta
- Fiebre de más de 102ºF (38.8ºC)
- Erupciones cutáneas o infecciones en la piel
- Dolores de garganta frecuentes
- Problemas respiratorios
Como padres, queremos que nuestros hijos estén alejados del peligro. Tome las medidas necesarias para mantener a su hijo seguro:
- Instale el asiento de seguridad adecuado para el niño en su automóvil
- Enseñe a los niños a cruzar las calles con seguridad
- Asegúrese de que usan la ropa y el equipamiento correcto para hacer deportes
- Instale y pruebe las alarmas de humo
- Guarde los medicamentos, los limpiadores y otras sustancias peligrosas en armarios cerrados con llave
- Haga que su casa sea segura para los bebés
- No deje a los niños pequeños sin vigilancia.